Tener un padre hostigado por sus ideales durante un gobierno dictatorial puede resultar traumático para una familia. En algunos casos, la situación emocional incluso puede llegar al extremo.

Es así que esta historia contada por la hija de un perseguido politico por un régimen despótico nos enseña sobre el coraje de vivir en el tenso ambiente del hostigamiento a su padre, su encarcelación, las penurias de su encierro y su posterior liberación, que permitió un alivio momentáneo a la familia mas no el cese del acoso y las amenazas contra él a pesar de recobrar la libertad, el cual se ve desanimado debido a la situación por la que atraviesan y decide autoexiliarse en el extranjero.

Los años de su penosa ausencia y el lamentable trance de la familia provocan que la madre asuma la responsabilidad total de la crianza de sus tres hijas, a quienes infunde la abnegación sin rencores ni rabia que pudieran envenenar sus mentes y almas a causa del vacío paternal.

Así, el regreso del padre al país en busca de su familia y su reencuentro con él pone en evidencia que la tiranía pasada no los ha desmoralizado ante las circunstancias de toda la historia.